Después de clasificarse históricamente como un banco comercial, Banque Libano-Française creció hasta convertirse en un banco que presta servicios que cubren seis áreas principales: banca comercial, banca minorista, banca privada y administración patrimonial, tesorería y mercados de capital, banca de inversión y operaciones internacionales. Han adoptado una estrategia agresiva para crear más valor y garantizar el crecimiento a largo plazo, para sí mismos como banco, además de sus accionistas, empleados y clientes.